sábado, 14 de diciembre de 2013

¿Dónde estás?

No sé quién eres, pero sé que no puedo dejar de pensar en ti. Pienso en la maravillosa vida que pasaremos juntos y te busco día tras día en cada rostro, en cada rincón de cada lugar que visito. Estoy cansado de desengañarme constantemente... Creo verte en unos ojos preciosos, o en una bella sonrisa, pero nunca eres tú. No ceso de buscarte, y me gusta pensar que tú me estás buscando a mí y que algún día nos encontraremos, pero nadie sabe cuándo será eso, ni dónde.
Deseo viajar, moverme por el mundo y buscarte dondequiera que estés.
No sé de qué color es tu pelo, pero sé que me encantará enredar mis dedos en él.
Ignoro de qué color son tus ojos, pero estoy convencido de que serán lo más bonito que podré ver cada mañana al despertar a tu lado.
No sé cómo será tu sonrisa, pero intuyo que me enamorará la primera que me dediques.
Desconozco cómo son tus labios, pero sé que desearé decir cualquier tontería para que me calles con un beso.
No sé cuál será tu aroma, pero preveo que cuando lo huela no saldrá de mi mente, porque me recordará a ti.
He estado toda mi vida buscándote sin éxito, pero no me rendiré hasta encontrarte.
Quiero que compartamos nuestra vida juntos, quiero que me conozcas y que te enamores de mis tonterías. Quiero que mi nombre con tu voz sea el sonido más dulce de la Tierra.
Quiero sentirme tuyo y que tú sepas que lo serás todo para mí.
Sé que estás ahí, en alguna parte, y que algún día podré enseñarte este texto diciéndote: "ya entonces sabía que te encontraría".
Porque sinceramente, me niego a creer que seas solo un sueño o una ilusión. Quiero amarte y hacerte inmensamente feliz. Sé que hay muchas chicas por ahí, pero yo seguiré buscándote solo a ti. Buscaré en el fondo de tus ojos esa luz que me hará ver por qué tú eres especial.
Sueño contigo y con la vida tan feliz que tendremos, pero aunque pasen años, yo no perderé la ilusión por verte y por conocerte.
Quiero sentir tus dedos entrelazándose con los míos, y coger tu cintura mientras caminamos por la calle. ¿Dónde estás? Me vuelvo loco al no encontrarte y no quiero malgastar más tiempo sin ti.
Salgo a la calle y miro alrededor, pero nunca estás.
Quizás nuestros destinos no se crucen nunca y pasemos el resto de nuestras vidas pensando que debe haber algo más... Pero me niego a creer siquiera esa posibilidad.
Sé que existes, te necesito y prometo encontrarte. Mi vida depende de ello, porque algún día tú serás mi vida.

James Whitaker.


LETRA TRADUCIDA DE "HAVEN'T MET YOU YET"

No me sorprende,
No todo dura para siempre,
Me han roto el corazón tantas veces
Que he dejado de contar.

Me hablo a mí mismo,
Una y otra vez,
Me hago muchas ilusiones,
Y entonces me defraudo.

Trato con mucha fuerza de no volverme loco,
Me vengo a mí mismo con un millón de excusas,
Pienso constantemente en cada posibilidad.

Pero sé que un día todo cambiará,
Me harás trabajar duro para que hagamos que esto funcione,
Y te prometo, cariño, que me darás mucho más de lo que tengo,
Simplemente, no te he conocido todavía.

Quizás tenga que esperar,
Jamás me rendiré,
Supongo que la mitad lo dirá el tiempo,
y la otra mitad, la suerte.

Dondequiera que estés,
Cualquier lugar, es perfecto,
Vienes de ninguna parte,
y entras en mi vida.

Y sé que podemos ser tan increíbles,
Y nena, tu amor me cambiará la vida,
Ahora puedo ver todas las posibilidades.

 De algún modo sé que algo va a cambiar,
Me harás trabajar para que hagamos que funcione,
Y te prometo, cariño, que me darás muchísimo que no tengo,
Simplemente, no te he conocido todavía.

Dicen que la vida es justa,
Y que todo vale en el amor y la guerra.
Pero no tendré que pelear,
Juntos lo lograremos,
Y estaremos unidos.

Y sé que podemos ser tan increíbles,
Y estar en tu vida me cambiará por completo,
Ahora puedo ver todas las posibilidades.

Y algún día sé que todo cambiará,
Y me esforzaré por sacarlo adelante,
Te prometo, cariño, que me darás mucho más de lo que tengo,
de lo que tengo, de lo que tengo.

Sabes que todo cambiará por completo,
Y me harás esforzarme para que esto funcione,
Te prometo, mi vida, que me darás aquello que nunca he recibido.
Simplemente, no te he conocido todavía.

Amor, amor, amor...
Todavía no te he conocido,
Amor, amor, amor...

domingo, 8 de diciembre de 2013

Una semana inolvidable



Hola a todos,

Abrí este blog para escribir sobre mis experiencias, y en estos momentos no puedo pensar en otra cosa que no sea la experiencia tan increíble que acabo de vivir. Hace tiempo me dieron una beca para estudiar inglés durante una semana en Granada. Escogí ese destino y la semana del 2 al 6 de diciembre, y definitivamente no pude escoger mejor.
Cuando llegué allí estaba extrañamente emocionado. Me embarcaba en una nueva aventura y me adentré en una ciudad desconocida deseando ver qué me deparaba el futuro. Llegué al hotel y me avisaron de que mi compañero de habitación no había llegado todavía. Había estado preguntándome qué tipo de persona sería y si nos llevaríamos bien.
Resultó ser un tipo estupendo que rápidamente se convirtió en un gran amigo.
Cuando bajamos a cenar junto con nuestros nuevos compañeros del pasillo, ya estaba prácticamente todo el curso abajo, sentados en las mesas y cenando. Enseguida todos nos saludaron amigablemente y nos dedicaron sonrisas de bienvenida. Éramos más de treinta personas, y yo no me había esperado un grupo tan numeroso, pero me sentía cómodo. Todos eran nuevos aquel día, igual que yo, y tenía el presentimiento que algo grande estaba a punto de comenzar.
Mientras cenábamos, en nuestra mesa de 11 miembros comenzamos a hablar y conocernos un poco. Qué habíamos hecho antes de llegar allí, nuestros nombres, cómo habíamos llegado al hotel... Pequeños detalles significativos sobre nosotros que probablente (pensé con acierto) deberíamos repetir alguna que otra vez para que los demás los recordaran.
Aquella noche salimos para celebrar nuestra llegada. Fuimos a tomar algo a diversos locales, pero lo importante era la compañía. Hicimos un círculo y comenzamos a presentarnos a los que serían nuestros compañeros día y noche durante una semana. Reinaba un ambiente de emoción, ilusión y ganas por compartir cosas aquella misma noche. Noté que todos se sentían igual que yo.
A la mañana siguiente nos dieron la bienvenida al curso y nos dividieron en clases según nuestro nivel de inglés. Allí coincidí con mi compañero de habitación y con dos chicas increíbles que pronto se convertirían en buenas amigas mías.
Durante las clases reíamos con los juegos de los profesores y nos ayudó a unirnos mucho más, pero fuera de ellas era cuando todos vivíamos momentos que yo, personalmente, nunca olvidaré:
Esos momentos de complicidad pensando que nunca llegaba la hora de comer y todos deseando probar bocado, esas noches de fiesta y muy poco sueño teniendo que madrugar a la mañana siguiente, con sus consiguientes caras de zombis durante el desayuno; esas veinte o treinta veces que cantábamos el cumpleaños feliz a grito pelado, fuera el cumpleaños de alguien o no; esas caras de decepción cuando salíamos a pasear y veíamos la poca agua que llevaba el río Genil; esas pintas de guiris que teníamos durante las excursiones escuchando charlas en inglés, esas miradas soñadoras a la Sierra Nevada desde la escalera de incendios, deseando salir a conocer la ciudad mientras brillara el Sol y no únicamente de noche...
Necesitaba realmente esas "mini-vacaciones". Liberarme un poco del estrés que genera vivir en Madrid, una ciudad llena de gente y ruido. Ha sido como si esta semana todo volviese a empezar: Gente totalmente nueva en un sitio desconocido... Una experiencia única e inolvidable que recomiendo encarecidamente.
Fue realmente triste el momento de la despedida, cuando todos debíamos aceptar que aquello ya iba a terminar. No queríamos aceptarlo y volver a la "vida real".
Mientras todos íbamos de camino a casa, estábamos conectados por whatsapp, todos con pena avisando de cómo iban en su viaje de vuelta. Yo me imaginaba mentalmente un mapa de España, con un montón de puntitos acumulados en Granada, y ese día visualicé cómo los puntitos se iban dividiendo y separando, cada uno siguiendo su propio camino por tierra, mar o aire.
No pensé que fuera a encontrarme con gente tan agradable y simpática que en tan poco tiempo me haría sentir parte de algo tan grande. Nunca los olvidaré.
Ahora mismo, siento como si todo aquello hubiera sido un sueño. Fueron unos días memorables en Granada, pero ahora me encuentro en Madrid como si nada hubiese cambiado, y me siento un poco frustrado con la vida por haberme dado tanto de golpe y ahora dejarme sin nada de lo que ha sido mi rutina esta semana. Si tuviese que definir esta semana con un adjetivo, sin duda sería "intensa". Mucha gente puede pensar que una semana no da para tanto, pero les aseguraría que hay que vivir algo así para saber de qué se trata. Una cosa es segura, experiencias como estas son las que forjan la vida y el destino de cada uno, y tras esto, no volveré a ser el mismo, gracias a mis compañeros de la semana 49 del curso de inmersión en lengua inglesa de la UIMP.

James Whitaker.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Más reflexiones

Supongo que una de las cosas que un escritor debe aprender tarde o temprano es a mostrar sus sentimientos tal y como son. A plasmarlos en el papel y dejar que fluyan mediante la palabra. Sí, también importa lo que los lectores piensen, pero es muy secundario. No porque a ellos no les guste tienes que dejar de ser tú.
 Rota esta barrera, os contaré cómo me siento, porque necesito escribir para que mi alma pueda desahogarse.

Sinceramente, no me siento en mi mejor momento. Llevo varias noches durmiendo poco y esta parece ser una más, ya que son las 3:00 A.M. y aquí sigo sin que el sueño me ronde. Quizás tenga muchas preocupaciones en la cabeza, pero he pensado que este es un momento tan bueno como cualquier otro para retomar mi blog.

Ahora que lo pienso, cuando más inspirado estoy es por la noche, siempre. Es cuando las palabras fluyen mejor a través de mí. Supongo que me siento protegido en el amparo de la noche, iluminado únicamente con la luz de la pantalla de mi portátil mientras Madrid, España y todos los seres que amo y conozco están durmiendo. Me siento una especie de guardián o protector en este momento.

Sin embargo, no me siento especialmente orgulloso ahora. Estoy dolido. Llevo unos días sintiendo una conjoga interna que no me deja vivir y se apodera de mí cada vez que estoy solo, sin pensar, como por ejemplo por las noches.

La verdad es que me siento solo. Terriblemente solo. Pienso que mis amigos y familia están allá en Alicante. Me quieren y me apoyan y lo sé. Sin embargo, no es por ellos por quien me siento tan solo.
Para un romántico como yo, es imposible ver parejas en la realidad y en la ficción y no sentir nostalgia por lo que una vez viví por esa chica.

Todos hemos tenido relaciones desastrosas, y probablemente ésta que terminó haya sido la más caótica que he vivido y viviré. Pero ella fue la chica que más he amado en toda mi vida.
En noches como esta me pongo a pensar y echo de menos aquellos instantes que eran solamente nuestros: Cómo la veía dormir y le acariciaba el pelo, cómo hacíamos el payaso juntos cantando y bailando, cómo la hacía reír y la veía disfrutar al meterse conmigo con una pícara sonrisa, cómo iba a verla solo porque necesitaba un abrazo, cómo me consolaba oír su voz al teléfono siempre que la echaba de menos, cómo le olía el pelo, cómo me miraba con amor, cómo sabía lo que estaba pensando aunque tratara de disimular...

Sé que no me hace ningún bien pensar todo eso, pero ¿no habéis perdido vosotros también a un gran amor? Lo peor es que no todo fue bueno. A día de hoy sigo convencido de que llegamos a un punto insostenible, y si seguíamos juntos acabaríamos por destruirnos mutuamente. Pero eso no significaba que dejara de quererla. La herí, vale. Ella también me hirió. Todos somos humanos y nadie nace sabiendo. Aunque sé que nunca ninguno de los dos obró con mala intención.

Han pasado 168 días desde que rompimos y SINCERAMENTE, creí haberlo superado. Durante el verano yo estaba en Alicante y ella bastante más lejos. Me contó que había empezado una historia con otro chico y le deseé suerte de todo corazón.

Sin embargo, al coincidir de nuevo en la misma ciudad todo volvió atrás. Ella era la misma, pero algo había cambiado. Se la veía realmente feliz, sin rastro de la tristeza o de la ansiedad o de la amargura.
Inconscientemente me atribuí a mí todo lo malo que le había ocurrido. Tenía la prueba frente a mí:La vida sin mí era mucho mejor. No tenía preocupaciones ni estrés.

De repente me sentí fatal. Fatal por seguir queriéndola. Porque sabía que debía deshechar ese pensamiento de la cabeza. Ella estaba con otro y sigue estándolo. No nos aportaría nada bueno volver juntos. Ambos lo sabemos, lo vivimos y lo comprobamos.
Sin embargo, ¿por qué sigo sintiendo un amor tan fuerte hacia ella? Es el eterno dilema, la milenaria batalla entre razón y corazón.

Pero ella sigue ahí. La veo y mi cuerpo me pide acercarme y besarla con cariño en los labios. Si caminamos por la calle, mi mano busca la suya inconscientemente.
Y lo peor de todo, cuando nos separamos y me voy a la cama, no puedo dormir pensando en ella, en lo que pudo ser y no fue, en que estos pensamientos deberían estar prohibidos, sabiendo lo que sufrí.
Sin embargo ahí siguen...

Hay una escena muy emotiva de la película "Un gran amor", en la que hablan el chico y la chica. Se embarcan en un gran proyecto juntos, corriendo un gran riesgo para estar unidos y ella está preocupada porque no sabe qué será de su futuro juntos, por lo que le dice a su chico:

  - Nadie pensó que haríamos esto. Nadie cree realmente que vaya a salir bien, ¿eh?
  - No -responde él-. Has descrito la historia de un éxito.

Es ridículo, porque tengo muchas cosas por las que dar gracias en esta vida. Pero mi vida es cíclica, y siempre paso por las mismas fases o los mismos estados de ánimo. Ahora ha vuelto mi famoso "Necesito a alguien". Y ha vuelto peor que nunca, arrasando por completo mi ánimo. "¿Por qué?" Os preguntaréis. Pues bien. En todos mis "necesito a alguien" anteriores estaba enamorado del amor, de la idea de estar con alguien, pero sin haber llegado a vivirlo realmente. Siempre como un anhelo basado en ilusiones.

Sin embargo, esta vez es diferente. Porque gracias a ella pude ver lo que era el amor de verdad. Pude ver lo que era estar realmente enamorado y digo a ciencia cierta que ella ha sido la persona que me ha hecho tocar el cielo. Había momentos con ella en los que no me importaba morir, porque era completamente feliz y tenía a mi lado a quien quería tener exactamente.
Al margen de todo lo desastroso que pudiese resultar al final, mi cerebro en noches como esta solo recuerda los momentos felices, y el cerebro es tan cruel que basta con que lo pienses para que sueñe con ellos una y otra y otra vez, haciéndome sentir terriblemente solo.

James Whitaker.



viernes, 30 de agosto de 2013

Reflexiones varias

¡Hola chicos!
En primer lugar, quería decir que me siento realmente decepcionado y defraudado conmigo mismo por el haber dejado de escribir en el blog durante tanto tiempo. Realmente han ocurrido muchos acontecimientos este verano dignos de ser escritos e inmortalizados en este blog, pero no ha sido así, quizás por la falta de tiempo, o la pereza o qué sé yo.
En cualquier caso, quiero que, como dije, mis entradas en el blog sean algo habitual. ¿Qué clase de escritor seré si no practico la escritura?
Por eso mismo, en esta entrada quiero recuperar en parte todo el tiempo que he estado sin publicar. En este caso no hablaré de un asunto concreto, sino que lo haré por el placer de escribir, de notar mis propias palabras saliendo de mí a través de mis dedos.
La verdad es que echaba de menos poder comunicarme mediante la escritura.
Hoy es 30 de agosto, y para muchos, el verano está a punto de acabarse. Yo, por suerte, no empiezo la Universidad hasta octubre. Volveré a Madrid entonces, pero me da la sensación de que, con todos mis amigos en clase desde septiembre, será algo aburrido permanecer en Alicante, lo cual puede que me anime a seguir compartiendo mis reflexiones con vosotros.
Este verano ha sido especialmente largo y no tan emocionante como veranos anteriores. No me malinterpretéis, he hecho bastantes cosas y no me arrepiento de ellas, pero me he quedado con la sensación de que me ha faltado algo...
Ha sido un verano completo, en el que he podido disfrutar de un concierto de Bon Jovi (uno de mis grupos favoritos). De hecho, quería haberle dedicado una entrada en este blog al concierto.
Fue un concierto espectacular. Como probablemente hayáis escuchado, fue el 27 de junio en el estadio Vicente Calderón de Madrid. El concierto fue noticia porque el grupo no cobró ni un euro por la actuación. No querían dejar tirados a los fans españoles y por ello decidieron tocar gratis. Un gesto admirable y desinteresado con el que se ganaron todos nuestros corazones. El precio del concierto fue low-cost, entre los 19 y los 39 euros, para pagar a los mediadores, operarios e intermediarios españoles encargados de organizar el espectáculo.
Fue una experiencia única de la que disfruté como un enano. Todo allí era emocionante: Ver el estadio lleno con 50.000 personas ansiosas por que saliera el grupo, el escenario espectacularmente decorado con la parte delantera de un Cadillac enorme (como podéis ver en la foto)... Pero sobre todo, lo que más me impresionó una vez más fue comprobar el poder de la música en directo. Es lo realmente mágico de los conciertos, casi puedes sentir el aura de las almas del público saliendo y formando parte de un todo. Aunque no nos conociésemos entre nosotros, por una noche 50.000 personas entramos en unión cantando al unísono, coreando esos grandes clásicos. Abrazándonos y llorando en muchos casos. Fue algo alucinante y realmente os aconsejo que vayáis a algún concierto de este tipo para poder experimentarlo. Es una vivencia única que todos deberían vivir.

Por otra parte, disfruté de las Hogueras aquí en Alicante. También fue algo destacable ver cómo todos los alicantinos se unen en un mismo proyecto y durante unos días reinaba el ambiente de ilusión y familiaridad en las calles. Todo lleno de barracas, un ambiente de fiesta y despreocupación. Fue agradable estar en Alicante durante esos días.
Realmente, yo nunca me he sentido muy familiarizado con las Hogueras, ni han significado tanto para mí como para el resto de alicantinos (en muchos casos, mucha gente llora de pena cuando queman las Hogueras), pero supongo que me he ido haciendo mayor, y a raíz de vivir en Madrid he aprendido a valorar más y a añorar mi querida Alicante y sus tradiciones.
Estas Hogueras las he vivido con mucha ilusión pero, sin duda, lo que más me ha gustado fueron los Fuegos Artificiales.
Para los que no lo sepan, después de la Cremà (la noche en la que se queman las Hogueras), durante cinco noches, se lanza un espectáculo de fuegos artificiales al cielo, orientados al Mar, culminando con la última noche, que el espectáculo queda a cargo de los Pirotécnicos ganadores del año anterior.
Pues bien, yo llegué a Alicante justo a tiempo de ver la última noche de los fuegos (los días anteriores había estado en Madrid por el concierto de Bon Jovi) y la verdad es que fue un espectáculo impresionante.
Durante unos veinte minutos podía sentir el silencio en la ciudad de Alicante. Todo el mundo a aquella hora se había detenido para contemplar los fuegos artificiales. Fue increíble ver cómo el cielo nocturno alicantino se llenaba de luz, de color y de sonido. Durante ese tiempo, los alicantinos nos olvidamos de nuestros problemas, de nuestras preocupaciones... Únicamente debíamos ver aquel espectáculo hecho únicamente para nosotros. Realmente tenía razón aquel que dijo: "Las mejores cosas de esta vida son gratis".
Los fuegos artificiales tenían formas caprichosas. Mis amigos y yo llegamos a adivinar caras de gatitos y smileys entre ellos. Los pirotécnicos aprovechaban los silencios, luego lanzaban secuencias seguidas. Fue casi como escuchar una melodía, o ver una coreografía. Una sincronización, tan especial, tan única...
Cuando finalizó, me sorprendí a mí mismo emocionándome al escuchar los aplausos provenientes de todos los rincones de la ciudad. Yo mismo aplaudí, conmovido por lo que acabábamos de presenciar. Realmente fue un espectáculo maravilloso.
Pensándolo bien realmente, me sorprendí instantes después, ya que todos los años había contemplado los fuegos, pero ningún año los había vivido como en este 2013. Ahí me di cuenta de que había empezado a cambiar. Ya no soy ni seré el de antes. Lo cual aún no es bueno ni malo, depende de mí.
También he estado gran parte del verano ocupado aprendiendo dos habilidades que hace un año no poseía: la hostelería y la conducción. Por una parte, he estado todo el verano ayudando a mis padres en su cafetería (que abrieron hace menos de un año), por lo que he sido y seré un simpático camarero hasta que vuelva a Madrid. Por otra parte, estoy intentando sacarme el carné de conducir desde julio, y ya queda menos, porque me examino en unos días.

En la parte cultural, este verano no he hecho tantas cosas como me habrían gustado, ni tampoco en mi parte "aventurera". Pero bueno, el verano aún no ha terminado y pueden ocurrir todavía muchas cosas.
He leído pocos libros este verano, en comparación con veranos anteriores, pero quería destacar uno de ellos, Fahrenheit 451, de Ray Bradbury. Me ha gustado mucho y querría terminar esta entrada con una cita del libro:
 
"«Cuando uno muere, debe dejar algo tras él», decía mi abuelo. Un libro, un hijo, un cuadro, una casa, una pared levantada o un par de zapatos que se ha hecho uno mismo. O un jardín plantado. Algo que tu mano tocará de un modo especial, de manera que tu alma tenga algún sitio adonde ir cuando tú mueras, y cuando la gente mire ese árbol o esa flor que tú plantaste, tú estarás allí. Mi abuelo decía: «No importa lo que hagas mientras cambies algo respecto a cómo era antes de tocarlo y lo conviertas en algo que sea como tú después de que separes de ellos tus manos. La diferencia entre el hombre que se limita a cortar el césped y un auténtico jardinero está en el tacto. El cortador de césped podría no haber estado allí, pero el jardinero siempre permanecerá en ese lugar»."

Es algo que, cuando lo leí me hizo pensar, y me gustó mucho. Espero que también vosotros lo valoréis. Me hizo pensar en todas las grandes cosas que quiero conseguir en esta vida. Y eso me llevó a pensar en este blog. Si no soy capaz de mantener algo tan simple como un blog, ¿cómo voy a pasar a otro nivel? Así que iré por partes, y os garantizo que tendréis muchas entradas más. Quiero dejar mi esencia en todas estas entradas, parte de mí, y nunca perderé las ganas de escribir.
Sin nada más que añadir por el momento, me despido hasta la siguiente entrada (que no tardará tanto como esta en ver la luz). Un saludo para todos y hasta la próxima.

James Whitaker.

sábado, 8 de junio de 2013

VERGÜENZA

Hola a todos,

Escribo esta entrada para contaros lo que vi el pasado viernes de camino a mi facultad.
Primero he de contaros que a lo largo de la semana se habían celebrado los exámenes de Selectividad en la Universidad Complutense, por lo que mi facultad se llenó de chavales por doquier. Durante tres días, cada día que yo iba a la biblioteca a estudiar, los veía por todas partes. Me hizo gracia y me recordó a mi época de selectividad: la tensión, los nervios, el hecho de estar en la Universidad y ver todo aquello tan grande...

Era bonito recordarlo. Sin embargo, el jueves parece que realizaron el último examen y, sin poder ignorar la "celebérrima" tradición juvenil, no se les ocurrió otra cosa que hacer un macrobotellón.
Fue realmente impactante, todo el campus de la Complutense estaba llenísimo. No se veía ni el suelo y además, varios agentes de policía los controlaban para que no hubiese disturbios.
Sintiéndolo mucho, no pude evitar pensar que esos agentes podrían estar haciendo cosas más útiles o ayudando a personas que lo necesitasen más, pero bueno, es mi opinión.

Hasta aquí bien. Quiero decir: Por si no lo habéis notado, yo no bebo, pero lógicamente tengo muchos amigos que sí lo hacen. Lo respeto y no veo nada malo en que cada uno se divierta a su manera. Lo realmente triste llegó después.

Al día siguiente, de camino a la biblioteca, pasé por delante de donde habían estado los chavales la noche anterior y me encontré un paraje desolador:

Metros y metros llenos de basura: Botellas de plástico, botellas de cristal, vasos de plástico, líquido derramado por el césped...

Me quedé un rato contemplándolo porque no podía asimilarlo.

Lo que más me impactó fue una pequeña charca que hay junto a mi edificio. En esa charca hay nenúfares en los que suelen posarse las ranas. Suele haber muchas ranas por ahí y me gustaba durante estos días pararme un rato a contemplarlas y escuchar su croar. La verdad es que me relajaba bastante tras un largo día de estudio, llamadme raro.

Os aseguro que era horrible ver a las pobres ranas saltando entre bolsas de plástico (transparentes, blancas, verdes...), colillas de cigarrillos e incluso vasos de tubo. ¡En el agua de la charca!

Como pude, fui sacando del agua las bolsas y todo lo que estaba a mi alcance, pero realmente me dejó impactado. Ver todo aquel lamentable espectáculo. Todo por un botellón. Lo triste es que no será ni la primera vez ni la última que vea todo eso.

 A mí me han educado de manera que sea limpio y respete los suelos y las calles. Desde que era niño, siempre tiraba el papel del bocadillo a la papelera, e incluso los chicles. Me sabía fatal ensuciar a propósito. Lo triste es que luego me encuentro con gente que tira las colillas de cigarrillos al suelo, o los papeles, los envoltorios...

Realmente, me parece mal en la ciudad, pero... ¿En el campo? Bueno, no es que fuera campo, campo, pero había césped, y además la charca con las ranas.

Lo que más deprimido me dejó fue que no fueron casos aislados. Prácticamente todo el mundo que acudió a ese botellón por la noche tiró sus restos al suelo. Os aseguro que había toneladas de basura allí. Eso me da una pista de la falta de concienciación de la gente. Quizá no lo hagan a mal, simplemente nadie les ha dicho "Oye, eso no se hace". Es realmente triste e indignante, aunque pienso que es de sentido común.

Puede que penséis: "En un botellón no te pones a pensar en el ecosistema, simplemente quieres pasarlo bien". Y yo os diría que es una excusa patética.

Yo en muchas ocasiones me he quedado con un papel o un vaso en la mano y no lo he soltado hasta que no he encontrado una papelera. Ya os he dicho que soy incapaz de ensuciar porque sí.

Quizás penséis que exagero, o que soy raro, pero no sé, realmente me fastidió y cosas como esa que vi el viernes son las que hacen que me avergüence de pertenecer a esta generación.

Una generación que afirma respetar el medio ambiente y los animales, pero luego se comporta de esta manera; una generación que necesita emborracharse para pasarlo bien; una generación de la que no siento formar parte.

Sinceramente, todo eso me hizo pensar, como he hecho muchas veces, en lo muchísimo que me gustaría haber vivido en una época bastante anterior a la actual. Algo como principios del siglo XX (que es mi época literaria favorita) o en Estados Unidos, durante los años 50. Este pensamiento me recordó a dos películas que me gustan mucho, y que os recomiendo si no habéis visto: Midnight in Paris y Pleasentville. Altamente recomendables.

Bueno chicos, muchos de vosotros discreparéis conmigo en esta entrada, pero he mostrado simplemente mi opinión y la indignación y el dolor que sentí al encontrarme aquel lamentable espectáculo.

Sin más dilación me despido hasta la próxima entrada.

James Whitaker.

Presentación

¡Hola a todos!
Bienvenidos a mi blog. Espero que esta sea la primera entrada de muchas que haga. Para que me conozcáis un poco, iré añadiendo entradas y comentarios que considere oportunos. Me encanta escribir y algún día quiero dedicarme a ello, así que... ¿por qué no practicar con un blog? La idea lleva rondándome bastantes años. Sí, habéis leído bien: Años. Pero bueno, finalmente me he decidido y aquí practicaré para desarrollar toda mi creatividad y poder desahogarme.

Así, a priori, puede dar la impresión de ser uno más, pero no es así. Este blog es el primero mío, eso lo hace único, y me gustaría hacerlo vuestro también.

Realmente no sé quién leerá esto ni si seréis muchos, pero yo simplemente escribiré por el placer de escribir comentando aquello que considere interesante. No pretendo aburrir a nadie ni obligar a leer esto. Si estáis aquí es porque queréis, y eso es algo que os agradezco desde ya: GRACIAS.

Supongo que iré poniendo entradas sobre literatura, cine y música, entre otras cosas. Esas tres son algunas de mis pasiones, y con este blog consigo que mis pensamientos no se queden en el olvido.
Sé que esa mentalidad podía llevarme a usar más Facebook o incluso Twitter (que también los uso, solo que no será tan personal).

Me gusta más la idea de abrir un blog y desahogar mi mente con el mundo, con una persona o simplemente conmigo mismo. Eso es lo bonito. La verdad es que soy un poco romántico, supongo que lo iréis descubriendo a medida que introduzca nuevas entradas.

El motivo de el nombre de este blog, como muchos habréis deducido, es que soy un chico de Alicante, que actualmente cursa sus estudios de Periodismo en Madrid. Supongo que iré también iré añadiendo mis experiencias en la capital, en la cual llevo ya dos años.

Sin más dilación, concluyo esta primera entrada. Espero con todo mi corazón que este no sea un proyecto más de la lista de proyectos que he ido dejando a medias. Pero claro, eso depende exclusivamente de mí.

Una cosa más. Cada vez que saco mi "vena de escritor" y escribo desde lo más sincero de mi corazón, me gusta usar un seudónimo, que es el que utilizaré en todas mis entradas. Así que sin más me despido y os doy la bienvenida al blog de:

James Whitaker.