Uno de los grandes placeres secretos de la vida es ir solo
al cine. Y digo secretos porque no todo el mundo se atreve a probarlo. La
sensación de centrarte únicamente en disfrutar de la historia que te muestran,
sin distracciones, sin adornos, sin ruidos… Y poder pasarte todo el camino de
vuelta a casa únicamente pensando en la película que acabas de ver, repasando
escenas y desentrañando todo lo que te ha aportado es algo impagable, y más aún
si la película es buena.
Eso es precisamente lo que me ha pasado hoy con ‘Your Name.’,
una película que te invita a dejar tu lado más racional en la puerta del cine
para poder soñar sin límites.
Siempre me ha fascinado la animación japonesa, tanto en
pequeña y gran pantalla como en el papel, y admiro la sensibilidad que tienen
los nipones para plasmar detalles tan bellos de la vida cotidiana, como los
rayos de luz que se cuelan entre los árboles, las gotas del rocío o el viento
moviendo las briznas de hierba.
Debo reconocer que ‘Your name.’ es la primera película del
director Makoto Shinkai que veo, a quien se le ha bautizado como “el Hayao
Miyazaki de la nueva generación”. A pesar de no haber visto el resto de sus
trabajos, es fácil entender por qué. Esta historia me ha maravillado por ser
una película sensible pero sin llegar a ingenua, entrañable pero sin olvidar la
amargura; y divertida pero siendo profunda. Me ha hecho conectar de una manera
muy íntima con los personajes y me ha hecho sufrir con sus giros de guion.
Sabe plasmar con una naturalidad asombrosa distintas
situaciones: desde la ajetreada vida de una urbe como Tokio hasta el ritmo
apacible y ralentizado de un pequeño pueblo rural, acompañándonos en un
laberinto de emociones del que no queremos salir.
Es una película visualmente hermosa y emocionalmente muy
poderosa, que será sin duda la delicia de todos aquellos a los que, como yo,
les encante que los sorprendan en el cine y poder vivir intensamente cada
historia. Hacía tiempo que una película no me cautivaba de esa manera. Un
consejo: Si queréis verla, hacedlo sin saber nada del argumento. No os
defraudará.
Yo, por mi parte, pienso volver a ver esta delicia, que
cuenta con un guion tan bien entrelazado, hilado y elaborado como las cuerdas
trenzadas que tanta importancia tienen en el filme.
Puntuación: 9/10
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